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Basílica de Santa Maria del Pi
Desde muchos puntos del Barrio Gótico de Barcelona puede oírse el repicar de la Antònia, la campana más grande de las seis que coronan el campanario octogonal de la iglesia de Santa Maria del Pi. Acerquémonos a descubrir entre las pintorescas plazas del Pi y de Sant Josep Oriol la iglesia de Santa Maria.
Arriba de todo de la Diagonal se encuentran estos dos barrios divididos por la larga avenida. Al sur se halla les Corts, un barrio donde la modernidad se mezcla con los orígenes rurales de la zona. Al norte está la elegante zona residencial de Pedralbes, que cuenta con parques y calles tranqulísimas y un monasterio gótico excepcional.
Como una gran jeringuilla que apunta hacia el cielo, la silueta de la torre de Collserola se recorta en el horizonte barcelonés desde 1992.
Ayuntamiento o Casa de la Ciutat
En la plaza Sant Jaume, en el centro del Barri Gòtic y de cara al Palacio de la Generalitat de Catalunya, encontraremos el Ayuntamiento de Barcelona o Casa de la Ciutat. La fachada neoclásica esconde joyas góticas como el histórico Saló de Cent, construido en el siglo XIV por Pere Llobet.
Esta sala de conciertos de Barcelona, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un monumento artístico de una belleza excepcional y, al mismo tiempo, un escenario musical de gran prestigio.
Un brillante ejercicio de Puig i Cadafalch, coetáneo de Gaudí, que combinó el estilo neogótico con un remate escalonado insólito, inspirado en las casas de los Países Bajos.
La Casa Vicens (1888) de Barcelona se levanta en el tranquilo barrio de Gràcia, como un oasis insólito de aroma oriental y mudéjar, cubierto de espectaculares baldosas verdes y blancas.
Situado al final de la Rambla de Barcelona, muy cerca del mar, el Mirador de Colom nos permite disfrutar de una inmejorable vista panorámica de Barcelona a 60 metros de altura.
Un museo al aire libre formado por 117 edificios a escala real que reproducen la arquitectura de diversos rincones de España.
Desde la Catedral de Barcelona llama la atención un tejado ondulado y colorista. La originalidad del edificio y el tesoro de las paradas que aloja no defraudarán a aquellos que paseen por el barrio de Santa Caterina.