Barcelona, la ciudad más dulce 09/11/2022

Dicen que a nadie le amarga un dulce, y quizás Barcelona es una ciudad tan amable por su tradición y vínculo con el chocolate y la repostería. Si tú también eres amante del dulce, no puedes perderte los tesoros que irás encontrando en este paraíso del chocolate y la pastelería. Te presentamos la Barcelona más dulce.

Una tradición con historia

Durante todo el año existen muchos motivos para disfrutar de los dulces típicos de Barcelona que reúnen a la familia alrededor de la mesa: los buñuelos de Cuaresma, la "mona" de Pascua, la crema catalana para Sant Josep, la coca de Sant Joan el 23 de junio, los "panellets" del día de Todos los Santos, los barquillos, el turrón y el roscón de Reyes en Navidad… ¡cada festividad tiene su dulce!

Con la llegada del cacao desde América en el siglo XVI, también llegó una nueva (¡y dulce!) forma de entender la vida. Con el tiempo el chocolate se integró en la repostería tradicional y nacieron las bombonerías, las chocolaterías… e incluso la tradicional mona de Pascua, a base de bizcocho y huevos duros, evolucionó en verdaderas esculturas de chocolate. Las monas se han convertido en auténticas obras de arte y los escaparates de las pastelerías exhiben en esos días de Semana Santa sus maravillosas creaciones, convirtiendo las calles en galerías de arte chocolateado.

En los años cuarenta del siglo pasado, los establecimientos que vendían productos lácteos, llamados granjas, empezaron a servir una bebida que se convirtió en un éxito rotundo: una taza de espeso chocolate caliente coronado con nata. El exquisito manjar se bautizó como "suizo" y hoy en día la calle Petritxol es el epicentro de la chocolatería en Barcelona. ¡No en vano se la conoce como la calle del chocolate! En las granjas de esta calle que, aún conservan la esencia de cuando abrieron, podrás degustar el afamado chocolate a la taza con nata, con churros o con melindros, unos bizcochitos alargados que se sumergen en el cálido chocolate fundido y que quitan el frío al instante, en invierno.

La granja Viader en la calle Xuclà es otro clásico que resiste el paso del tiempo ofreciendo una gran cantidad de productos lácteos como flanes, requesón, crema catalana, chocolates, y pastelería sin gluten que realizan en su obrador, el mismo que creó y comercializó en 1931 una de las bebidas más populares de la ciudad: el Cacaolat (un batido de leche y chocolate).

Y, para muchas generaciones, el pan con chocolate, aceite y una pizca de sal, fue la merienda preferida de la infancia. Hoy en día, se ha recuperado con fuerza esta dulce tradición y ha evolucionado también a postre gourmet en la carta de algunos restaurantes.

De la tradición a la vanguardia

Con semejante historial, no puede extrañar a nadie que Barcelona sea cuna de grandes reposteros y pasteleros de renombre como Oriol Balaguer, Enric Rovira o Christian Escribà, entre otros. Ellos han puesto la ciudad en el mapa de las capitales mundiales del dulce y han sido fuente de inspiración para toda una nueva generación de reposteros y reposteras. Los tiempos cambian, y ahora el refinamiento técnico y la innovación se alían con la búsqueda de alimentos más saludables con productos bajos en azúcar, repostería vegana y pasteles sin gluten, pero absolutamente deliciosos y sorprendentes. Esta tendencia la encontrarás en prácticamente todas las pastelerías de Barcelona, donde conviven el respeto por la tradición y la innovación para una alimentación más sana.

Paseos dulces: los lugares que no te puedes perder

Todos los barrios de la ciudad cuentan con un gran número de pastelerías, chocolaterías y panaderías de gran calidad que te seducirán con sus elaboraciones, sus productos artesanos y sus espacios de degustación. Aquí encontrarás algunos de los establecimientos que no puedes perderte si te enamora el chocolate y el dulce.

Para los amantes del chocolate

Una ciudad volcada en el chocolate cuenta, por supuesto, con su propio museo: el Museo del Chocolate de Barcelona. Te sentirás tan maravillado como Charlie en la fábrica de Willy Wonka, ya que además de recorrer la historia y la tradición de tan exquisito manjar, el museo ofrece talleres y actividades que harán las delicias de pequeños y mayores: desde pintar con chocolate a elaborar tus propias piruletas o recrear personajes con cacao.

El paraíso de los bombones artesanos y del chocolate convertido en regalo se encuentra en Chocofiro, donde se elaboran todo tipo de productos diferentes, desde fotos a tarjetas de visita. Y Chocolat Factory, una fábrica de chocolate de Barcelona como su nombre indica, ha hecho del chocolate una obra de diseño y arte. Un lugar lleno de tentaciones que podrás probar en sus espacios de degustación de chocolate con vino y cava. No te pierdas la visita a Casa Amatller, ya que además de ser una de las joyas modernistas de la ciudad, este edificio de Puig i Cadafalch fue un encargo del industrial chocolatero Antoni Amatller, cuyos chocolates siguen elaborándose hoy en día. La visita de los domingos incluye una taza de chocolate fundido. ¡No te pierdas la fachada que representa una tableta de chocolate!

La tradición hecha dulce

Pastelerías y panaderías son las protagonistas en los días de celebración de tradiciones de calendario. Allí se elabora la repostería y los dulces para cada ocasión. En el Forn Elias encontrarás los productos tradicionales elaborados con los sabores de toda la vida. En las pastelerías Mauri, un clásico de Barcelona con casi tres cuartos de siglo de trayectoria, podrás probar sus excelentes melindros con un chocolate a la taza en su espacio de degustación. La Pastisseria Escribà se encuentra en un establecimiento histórico en La Rambla, digno de visitar no solo por su arquitectura modernista, sino por los dulces, pasteles y repostería que se elaboran desde hace ya cuatro generaciones. Y si quieres llevarte un pedacito de la Barcelona más dulce visita Gastronomic Souvenirs donde los dulces tradicionales locales más delicatessen se convierten en regalos únicos. Si te los quieres llevar a casa, los empaquetan para viajar.

Turrón, turrón y más turrón

El turrón es el dulce por excelencia de la Navidad pero puedes consumir turrones en cualquier momento y ocasión. Los clásicos se elaboran a base de almendra y miel, y los hay duros, blandos, de yema quemada,… El de yema es el producto estrella en la Pastelería La Colmena y se elabora desde 1849. La Campana es una empresa familiar de Jijona (Alicante) y su tienda, que data de 1920, está catalogada como local emblemático y conserva la estética de entonces: aquí también encontrarás turrones exquisitos. Torrons Vicens, con varios establecimientos en Barcelona, ofrece turrones tradicionales, pero destaca por las versiones creativas e innovadoras: cada Navidad estrena nuevas especialidades.

Helados durante todo el año

Otra pasión dulce en Barcelona son los helados, que se pueden degustar todo el año. Helados artesanos de mil y un sabores que encontrarás en locales tradicionales, así como en otros que son referencia de modernidad. No dejes de visitar las pastelerías Sant Croi, que han recibido el premio al mejor helado artesano de España 2022 con sus sabores 100% veganos.

¿No se te hace la boca agua? Pues no esperes más y ven a Barcelona: te espera la ciudad más dulce.