Iglesia de Santa Anna
Paseando por el centro de Barcelona vas a llegar sin duda a esta bella iglesia que aún conserva vestigios románicos en su interior y un impresionante claustro gótico, que perteneció al monasterio del mismo nombre, hoy parcialmente destruido. La Iglesia de Santa Anna se edificó alrededor de 1177 por la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén.
El núcleo de la construcción aún mantienen elementos del siglo XII, como el absis cuadrado y su planta en forma de cruz cubiertos con una cúpula que durante el siglo XX fue destruida por un incendio. Santa Anna es otro ejemplo de la evolución arquitectónica. En 1300 se construyó la puerta de estilo gótico. En el siglo XIV se alargó la nave, ya con bóveda gótica de crucería. Y en el siglo XV se construyó el cimborrio, reconstruido después de la Guerra Civil española (1936-1939).
El templo cuenta en su interior con capillas destacables, como la Capella dels Perdons, del siglo XIV y otras del siglo XX con pinturas de Pere Pruna y de Ignasi Serra i Goday. El claustro y la sala capitular son del principios del siglo XV y de estilo claramente gótico, igual que la puerta de acceso.
Una visita que, sin duda, te permitirá apreciar la belleza sobria del templo y la plácida calma del claustro más céntrico de Barcelona.