Monumento a Pearson

Monumento a Pearson, el pionero de la luz.

Frederick Stark Pearson (1861-1915) fue un reconocido ingeniero norteamericano de la industria hidroeléctrica. Su labor fue muy importante para el desarrollo y modernización de la ciudad. Por eso, en su honor construyeron un monumento en Barcelona y pusieron su nombre a una avenida de Pedralbes.

A principios del s. XX se empezaron a construir centrales hidroeléctricas por todo el mundo, al descubrir la posibilidad de transportar electricidad a grandes distancias. En este contexto, el ingeniero catalán Carles Emili Montañés encargó a Pearson el proyecto de electrificar la industria catalana aprovechando la fuerza hidráulica del Ebro y sus afluentes.

Así fue como en 1911 Pearson promovió la creación de dos grandes empresas multinacionales: la Ebro Irrigation and Power Company, con sede en Canadá, y la Barcelona Traction Light and Power. Esta última fue la primera central eléctrica de España, más conocida como La Canadenca y todavía se pueden observar sus Tres Xemeneies.

Esta empresa evitó el hundimiento de la industria catalana durante la Primera Guerra Mundial y llegó a producir gran parte de la electricidad consumida en Catalunya.

La empresa de Pearson también adquirió los tranvías de Barcelona y fundó los Ferrocarrils Catalans en 1912, la primera línea electrificada que unía Barcelona y el Vallés. Esto fue fundamental para la futura distribución de Barcelona en tres zonas: la ciudad comercial en la Barceloneta, la residencial en el Tibidabo y la industrial en el Vallés.

Así pues, Pearson fue una personalidad destacada de la época y por eso en 1928 el Rotary Club de Barcelona erigió un monumento en su honor. Se trata de una estatua que puedes contemplar en la plaza de Pedralbes, obra de Josep Viladomat Massanes. Realizada en bronce y piedra, representa a una mujer vestida con una corona de laurel, que simboliza la victoria. Curiosamente, solo pusieron el nombre de Pearson en el pedestal y no su retrato, como era habitual.