Pilares de agua de Horta
En el centro histórico del actual barrio de Horta todavía se conserva en pleno funcionamiento un antiguo abastecimiento de agua del siglo XIX. Se trata de la mina de Can Travi. Paralizado en el tiempo, este abastecimiento es un excelente testimonio para conocer de qué forma la población se abastecía de agua potable a domicilio hace más de siglo y medio.
En 1857 Josep de Travi, propietario de la Finca Can Travi en el antiguo pueblo de Horta, y Josep Jordà, constructor de minas de Sarrià, se asocian para captar con una mina aguas subterráneas de terrenos que Travi poseía en el valle de la riera de Horta. Esperaban vender los caudales de agua obtenidos a familias acomodadas de Horta y a su ayuntamiento. Ya en 1860 el municipio adquirió agua para alimentar dos fuentes públicas y a partir de 1861 se iniciaron las ventas a perpetuidad a particulares hasta llegar a 21 en 1866. El agua a domicilio suponía comodidad, daba prestigio social y mejoraba la higiene y la salud de las familias que podían disponer de ellas.
Las técnicas de captación y suministro, utilizadas en la época, se han mantenido en Horta con la mina de Can Travi hasta la actualidad. Dos brazos de mina confluyen en la tubería general que suministra el agua por gravedad sucesivamente a los depósitos que coronan los pilares de agua. Desde cada pilar, un medidor llamado plomero, con orificios de distinto diámetro según los caudales contratados, distribuye el agua a los compradores. Con el tiempo, los compradores se asociaron para autogestionar el servicio. A mediados del siglo XX eran aún más de treinta y hoy en día todavía pervive una decena de usuarios que recibe agua de la mina de Can Travi con este sistema.
Aún se pueden ver los cuatro pilares de agua de Can Travi paseando por el casco antiguo del barrio de Horta, uno de los más encantadores y tranquilos de Barcelona.