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De la catedral de Barcelona a la Sagrada Família de Gaudí pasando por una basílica barroca, multitud de iglesias góticas, un templo ubicado en la montaña más alta de la ciudad o el antiguo call o barrio judío. Visita y disfruta de la espiritualidad hecha piedra.
Su estilo barroco la diferencia del resto de iglesias del entorno, mayoritariamente de época medieval. Cerca del mar y de la Rambla, esta iglesia conserva la imagen gótica de una de las patronas de Barcelona: la Virgen de la Mercè.
El monumento más visitado de España es producto de la imaginación de Gaudí. Un templo lleno de simbología en el que la naturaleza es la fuente de inspiración. La obra, todavía en construcción, a la que el arquitecto modernista dedicó más tiempo. Entra y descifra todas las claves de un sueño hecho realidad.
Un templo elevado gracias a la fe de los marineros del barrio de la Ribera. Uno de los mejores ejemplos del arte gótico catalán. Su magnificencia, que le ha valido el apodo de Catedral del Mar, es fruto del esfuerzo físico y espiritual de los antiguos vecinos del barrio de la Ribera.
El esplendor del gótico junto a la Rambla. Una iglesia con uno de los rosetones más grandes de Europa que nos traslada a la Barcelona medieval. Un espacio lleno de vida en el que disfrutar de las mejores vistas de la ciudad desde su campanario o de conciertos de música entre piedras centenarias.
Pocas iglesias pueden presumir de practicar el culto cristiano de forma ininterrumpida desde el siglo IV. En Barcelona contamos con la de Sant Just i Pastor. Un templo gótico embellecido con capillas ricamente decoradas en estilo neoclásico y neogótico.
La catedral de Barcelona preside el Barrio Gótico desde el siglo XIII. Un conjunto arquitectónico que permite seguir la sucesión de estilos artísticos que la han visto crecer, hasta la última gran intervención a finales del siglo XIX. Continente y contenido se hermanan para homenajear a la patrona de la ciudad, Santa Eulàlia, enterrada bajo la cripta del templo.
Iglesia de estilo barroco situada en plena Rambla de Barcelona, haciendo esquina con la calle del Carme, muestra la devoción a la Virgen de Belén, de larga tradición en la ciudad. En la actualidad, se ha convertido en punto de encuentro de diferentes culturas y nacionalidades.
Una iglesia barroca en el corazón del Barrio Gótico. Entre la catedral y la Rambla, en una de las plazas más bellas de la ciudad, la de Sant Felip Neri, se erige un modesto oratorio donde Gaudí iba a rezar.
Tener a Gaudí a tus pies es posible. Esta parroquia del popular barrio barcelonés de Sant Andreu del Palomar esconde un pequeño gran secreto. Un mosaico surgido de la imaginación del arquitecto al poco tiempo de finalizar sus estudios. Los primeros pasos de un joven con un futuro prometedor.
El templo actual es lo que queda de un antiguo recinto medieval de la orden benedictina formado por un claustro y una iglesia. Fundado por los condes de Barcelona en el siglo X, permite apreciar aún elementos románicos y góticos.
Un templo gótico, que todavía conserva elementos románicos, junto a la Rambla y la plaza de Catalunya. Un claustro que invita al retiro y la paz entre el ruido urbano. Un hallazgo en el corazón de Barcelona promovido por la Orden del Santo Sepulcro en el siglo XII.
Una de las joyas arquitectónicas mejor conservadas de Barcelona: uno de los claustros románicos más pequeños de Europa. Encuentra la calma y la espiritualidad en pleno Raval, uno de los barrios más multiculturales de la ciudad.
Un monasterio fundado por una reina en el siglo XIV. Uno de los mejores ejemplos del gótico catalán, con uno de los claustros más grandes del mundo. Un viaje en el tiempo donde la calma envuelve al visitante desde el primer momento.
Entre los muchos secretos que esconde el barrio judío o call de Barcelona, se encuentra el lugar donde debería situarse la sinagoga mayor de la ciudad. Perderse por sus calles es toda una experiencia, en un entorno que mantiene vivo el pasado judío de la ciudad.
Una basílica de influencia modernista, construida entre 1902 y 1961, que vela la ciudad desde la cima del Tibidabo. Iniciada por el arquitecto Enric Sagnier y finalizada por su hijo. El mejor mirador de Barcelona.
