Park Güell
Si hay una obra de Gaudí en la que la naturaleza y la arquitectura llegan a una identificación plena y sorprendente, esta obra es sin la menor duda el Park Güell de Barcelona. Lo que inicialmente se proyectó como una ciudad-jardín al estilo inglés –de aquí el nombre de Park– se convirtió finalmente en el parque público más singular de Barcelona.
El Park Güell fue un intento de crear una urbanización en plena naturaleza en la antigua villa de Gràcia, un proyecto inmobiliario ambicioso impulsado por Eusebi Güell, mecenas de Gaudí. La propiedad, de terreno irregular, tenía 15 hectáreas y se debían levantar un total de 40 casas unifamiliares. Sólo se construyeron dos, una de las cuales fue ocupada por el propio Gaudí y es actualmente su Casa-Museo. El arquitecto trabajó entre 1900 y 1914 en las obras de acondicionamiento del Park Güell de esta ciudad-jardín, proyectando sus inquietudes urbanísticas con la construcción de caminos, porches y viaductos plenamente integrados en la naturaleza.
La imaginación desbordante tan propia de la obra de Gaudí se hace patente en los diferentes elementos que hoy sorprenden a visitantes de todo el mundo que se acercan a Barcelona. Los pabellones de entrada al recinto, inicialmente destinados a conserjería, acogen actualmente el Centro de Interpretación del Park Güell. La escalinata, con el famosísimo dragón de cerámica de colores, da acceso a la sala hipóstila, un espacio impresionante de 86 columnas que soporta el peso de la gran plaza que hay encima. El banco ondulado que resigue el perímetro de la plaza es obra de Jujol, uno de los colaboradores de Gaudí en la construcción de este parque único en la antigua villa de Gràcia, que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad.
A partir del 25 de octubre de 2013, el Park Güell de Barcelona regula la entrada de visitantes a la zona monumental para ofrecer contenido de calidad a las visitas.
La plaza de la Natura actualmente se encuentra en restauración.
Encontrarás más información en www.parkguell.cat.