Los dos rascacielos que se levantan a cada lado son la torre Mapfre y el Hotel Arts, al pie del cuál encontramos una espectacular escultura dorada con forma de pescado, obra de Frank Gehry, y muy cerca el Gran Casino de Barcelona. También los amantes de los deportes náuticos tienen aquí la posibilidad de practicar la vela u otras modalidades. Y en verano, a ambos lados, podremos disfrutar de un baño de sol o de un chapuzón refrescante en una de las playas que rodean este puerto: la del Somorrostro y la de la Nova Icària.
Desde 2020, el Port Olímpic trabaja para convertirse en un espacio comprometido con la ciudadanía. La transformación pretende poner el foco en la economía marítima, náutica y gastronomía como principal motor de la actividad económica y social de la ciudad.