Barcelona permite pasear en parques y jardines públicos de toda clase. Parques con arboledas y lugares sombreados, con superficies verdes donde tomar el sol, donde encontrar fuentes, estanques, esculturas y juegos infantiles. Dos grandes pulmones verdes flanquean Barcelona: el
Parque de Collserola ofrece unas 8.000 hectáreas de superficie protegida, y el
Parque de Montjuïc es la colina que esconde un tesoro de jardines, entre ellos el Jardín Botánico. Los románticos
Parque del Laberint,
Parque de Cervantes o el popular
Parque de la Ciutadella conservan el regusto de los jardines clásicos. Al pie de Collserola, algunos parques de aspecto boscoso salpican los barrios próximos a la montaña. La vegetación mediterránea es la protagonista en el
Parque de l'Oreneta, o en los de la
Guineueta y el
Turó de la Peira. No muy lejos, en el distrito de Gràcia, el
Park Güell muestra la huella de Gaudí.
Y para los amantes de la modernidad, Barcelona es un pozo de posibilidades para descubrir el diseño de nuevas superficies verdes que buscan la integración entre naturaleza y urbanismo. Son ejemplos el Parque de Diagonal Mar, el Parque Central de Nou Barris, o los parques nacidos en antiguas zonas industriales y ferroviarias, como por ejemplo el Parque de la Estació del Nord o el Parque del Clot.