Bohigas, Bofill y Barcelona: la arquitectura contemporánea se escribe con B 29/04/2022
El patrimonio arquitectónico de Barcelona suele asociarse al modernismo y a la figura de Gaudí, pero solo hay que dar un paseo para admirar los edificios y equipamientos que hacen de esta ciudad un referente en arquitectura contemporánea. Durante la segunda mitad del siglo XX, Barcelona vivió la mayor expansión urbana de su historia. La culminación llegó tras la nominación de la ciudad como sede de los Juegos Olímpicos de 1992, que propició una transformación que la ha convertido en un modelo de proyección mundial.
Algunos de los nombres internacionales más relevantes de la arquitectura moderna han dejado en Barcelona su huella: desde el Palau Sant Jordi de Isozaki a la Torre de Collserola de Foster, pasando por la Torre de Telefónica de Calatrava, el edificio Fòrum de Herzog y de Meuron o la torre Glòries de Nouvel. Pero la contribución más importante y valiosa de este estilo arquitectónico la han hecho, sin duda, dos figuras fundamentales: Ricardo Bofill y Oriol Bohigas. Estos dos genios barceloneses de la arquitectura dedicaron su talento a mejorar y convertir Barcelona en lo que es hoy: una ciudad que no renuncia a su tradición romana, medieval y modernista pero que ha sabido crear espacios de tendencias globalizadas. Ambos nos han dejado recientemente pero su legado sigue vivo en las calles de su ciudad.
Ricardo Bofill (1939- 2022)
Nacido en 1939 en Barcelona, este visionario arquitecto graduado en la Escuela de Barcelona y en la de Ginebra creó en 1963 el Taller de Arquitectura, un equipo multidisciplinario formado por ingenieros, urbanistas, sociólogos, escritores, directores de cine y filósofos con el objetivo de abordar la complejidad de la práctica arquitectónica. Bofill fue distinguido como miembro Honorario de varias asociaciones de arquitectura internacionales y a lo largo de su trayectoria ganó múltiples premios como el Ciudad de Barcelona en 1980, el A.S.I.D. (American Society of Interior Design) en 1978; el Tokyo Architecture Award 2002 de la Tokyo Association of Architectural Firms entre otros. En el año 2000 Bofill agrupa su actividad en España instalando su sede en una antigua fábrica de cemento en las afueras de Barcelona. El espíritu de su Taller de Arquitectura sigue contribuyendo al nuevo "urbanismo integrado" a través de proyectos internacionales como la Place de l'Europe de Luxemburgo, la Prolongación de la Castellana en Madrid o la Central Artery en Boston. Suyas son también infinidad de obras en el extranjero, como el rascacielos de la United Airlines Tower en Chicago, el lujoso rascacielos Torre Shisheido en Japón, el monumental barrio Antigone de Montpelier o el conjunto Pa Soder en Estocolmo.
Pero el estilo camaleónico de Bofill tiene en Barcelona y sus alrededores infinitos ejemplos: desde equipamientos culturales, deportivos y comerciales a viviendas sociales o de lujo pasando por edificios de oficinas, infraestructuras de transporte o sedes de importantes empresas. El gusto de Bofill por reinterpretar las formas clásicas tiene un gran ejemplo en el edificio del Instituto Nacional de Educación Física (INEFC) de 1990 o en el majestuoso Teatre Nacional de Catalunya, en forma de Partenón (1996). Una de sus obras más significativas es el edificio Walden de Sant Just Desvern de 1975, considerado un manifiesto arquitectónico en sí mismo que se anticipó a las formas de vida y convivencia del siglo XXI. Bofill fue el encargado de las dos ampliaciones del aeropuerto de Barcelona, la T2 (1991) y la T1 (2010). Cambió el skyline de Barcelona con el icónico edificio del Hotel W, espectacularmente conectado con el mar Mediterráneo gracias a su forma de vela. Su última aportación a su ciudad fue el edificio de oficinas Nexus II de la UPC, diseñado para fomentar la relación tecnológica entre empresas y Universidad.
Oriol Bohigas (1925-2021)
La vinculación de Oriol Bohigas con su ciudad, Barcelona, es intensa y estrecha. Además de arquitecto y urbanista fue profesor y delegado de urbanismo en el primer gobierno municipal de la democracia. Gracias a su empeño, la ciudad recuperó su fachada marítima tras vivir décadas de espaldas al mar y también hizo importantes actuaciones en la periferia para dignificar y dotar a los barrios de infraestructuras y equipamientos. Nacido en 1925, fundó junto con otros arquitectos el Grupo R en 1951 con el propósito de recuperar el espíritu de la arquitectura moderna. Junto con Josep Maria Martorell creó en paralelo el estudio Martorell-Bohigas, que en 1962 se ampliaría con la incorporación de David Mackay. El estudio pasó a llamarse MBM y puso en marcha multitud de proyectos por todo el mundo. Durante su carrera recibió premios tan importantes como la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya (1991), el Premio Nacional de Cultura (2011); la Medalla d'Or de la Generalitat de Catalunya (2013) o la Medalla d'Or de Barcelona (2018).
La huella de Bohigas está por toda la ciudad; suyos son infinidad de inmuebles de viviendas y equipamientos como escuelas, iglesias, edificios de oficinas y museos. En 1980, Bohigas fue el impulsor de la reconstrucción del pabellón Mies Van der Rohe tras su desmantelamiento en 1930. Entre 1981 y 1987 el estudio MBM puso en marcha la creación del Parc de la Creueta del Coll, un parque integrado al paisaje urbano con un lago a dos niveles. Entre 1985 y 1991 acometió la creación del Port Olímpic, que se convirtió en un nuevo centro de actividad para la ciudadanía. También cerca del mar vio la luz entre 1988 y 1992 el Parc del Litoral, una franja verde de casi 2km de longitud. La Escuela Municipal de Vela, (1989-1991) es un edificio singular con el que Bohigas supo sacar partido a las estructuras formales del puerto. También de esa época (1989-1993) es el Palau Nou de la Rambla, un edificio en el corazón de Barcelona que se integra perfectamente con el entorno arquitectónico.
Entre 1995 y 2001, Bohigas rehabilitó una antigua cuartel militar y lo convirtió en el Campus de la Ciutadella de la Universitat Pompeu Fabra, y entre 2005-2007 construyó la Comisaría central de los Mossos d'Esquadra, dos edificios modulares y con placas fotovoltaicas. El edificio de Oficinas de la editorial RBA (2008-2011), en el distrito 22@, también obra de Bohigas, se caracteriza por sus fachadas camaleónicas. Muy cerca, el Museo del Diseño, Disseny Hub, construido entre 2008 y 2011, es un claro ejemplo de cómo la arquitectura se mimetiza con el urbanismo. La reforma que realizó de la estación de metro de Liceu de 2009 la llenó de luz y trajo al espacio subterráneo el entorno urbano.
En definitiva, en el mapa de la ciudad podemos señalar infinidad de puntos repartidos por toda la geografía donde estos dos grandes maestros han dejado su legado y han transformado con su talento visionario su querida ciudad, Barcelona.