Ocho establecimientos emblemáticos para descubrir otra Barcelona 14/12/2022
Barcelona está llena de rincones magníficos que a menudo son bastante desconocidos. Entre ellos, por ejemplo, hay bodegas, tiendas, panaderías, pastelerías, restaurantes… con un encanto especial, diferentes de todo lo demás y que, por su historia y sus particularidades arquitectónicas, se han convertido en emblemáticos. Tanto que, en algunos casos, incluso el Ayuntamiento de Barcelona los ha catalogado como patrimonio paisajístico de la ciudad. Sea como fuere, se trata de espacios de gran interés que nadie que visita la ciudad debería perderse.
Fleca Artesana
Ocupa los bajos de un gran edificio con fachada principal en la Rambla, y da la bienvenida a los clientes con grandes arcos de medio punto. De hecho, si bien el exterior conserva algunos elementos arquitectónicos originales que recuerdan sus orígenes en 1876, su interior ha sido totalmente reformado y solo se conservan algunos elementos. Sea con cambios o renovaciones, lo cierto es que la Fleca Artesana siempre se ha mantenido activa desde aquellos últimos años del siglo XIX y es una visita que no dejará indiferente.
Dirección: Tallers, 2.
Fleca Balmes
En pleno Eixample, subimos por la calle Balmes hasta llegar a la Fleca Balmes, un edificio de larga tradición e historia en la ciudad. Abierta al público desde 1908, el edificio conserva elementos de interés patrimonial de mediados del siglo pasado, aparte de una reja de hierro con barras curvadas y un manojo de espigas de trigo en el centro. En el interior todavía se conservan muebles antiguos de madera y paneles de espejo con cristales grabados, que se complementan con una majestuosa pintura de niños comiendo en un campo de trigo.
Dirección: Balmes, 156.
Pastisseria La Colmena
La Colmena lleva más de un siglo endulzando Barcelona. Fundada en 1849, es el legado de una confitería que originariamente se llamaba Ca l'Abella y que regentaba Rosendo Abella, muy cerca de la ubicación actual. En 1868, se trasladó al emplazamiento actual con el nombre que ahora conocemos, posteriormente pasó por diferentes propietarios. Su historia y sus tradicionales caramelos artesanos son todavía hoy el máximo reclamo para visitarla.
Dirección: Plaza de l'Àngel, 12.
Pastisseria Mauri
En el corazón de Barcelona encontramos la Pastisseria Mauri. Un sitio dulce, cargado de tradición desde 1929 cuando la fundó Francesc Mauri. Pese a su origen como establecimiento de víveres en la zona más señorial del Eixample barcelonés, este pastelero de Manresa pronto introduciría sus dulces para convertir el negocio en una confitería. Dulces, pan, croissants y la más fina pastelería han sido clave para la suma de años a un negocio que se ha hecho un sitio en la ciudad y que ha seguido incrementando la oferta de productos y servicios por toda la ciudad, con salón de té y cafetería.
Quimet d'Horta
En medio del antiguo pueblo de Horta, actual barrio de la ciudad, el bar Quimet d'Horta es un establecimiento emblemático que abrió sus puertas en 1927. De su exterior destaca la carpintería, del clásico estilo de las bodegas de la Barcelona de principios del siglo XX. Dentro, se conserva una reproducción de carpintería vidriada. Todo un viaje en el tiempo en este establecimiento con una historia larguísima muy vinculada a la vida de su barrio y un ejemplo de las enormes transformaciones que la ciudad ha vivido durante los casi cien años que lleva abierto.
Dirección: Plaza d'Eivissa, 10.
Quimet & Quimet
Desde hace más de un siglo, concretamente desde 1914, la bodega Quimet & Quimet sigue llevando el nombre de su primer propietario, Quim Salsas, y es todo un referente del barrio del Poble-sec. Por fuera se conservan algunos elementos originales, como el rótulo bandera, de forja artística policromada, con redondos curvados y hojas de plancha repujada, la madera pintada del portal o las contraventanas de madera plegables. Entrar en ella para tomar algo, más allá de su singularidad visual, también es una experiencia altamente recomendable.
Dirección: Poeta Cabanyes, 25.
Restaurant 7 Portes
Es un local emblemático, que data de 1836, simbólico y referente de la ciudad, una de las visitas más recomendables para conocer y entender la evolución de la cocina tradicional catalana. El interior combina elementos de tradición y modernidad, y conserva aquellos salones privados que permiten disfrutar de la experiencia en la intimidad. Presumir de cerca de dos siglos de vida equivale a decir que hemos sido capaces de adaptarnos a los gustos de las nuevas generaciones, dicen. Y lo cierto es que a la evolución de la cocina han sabido sumar nuevos ingredientes, como la organización de
Dirección: Paseo Isabel II, 14.
Presumir de cerca de dos siglos de vida equivale a decir que hemos sido capaces de adaptarnos a los gustos de las nuevas generaciones.
Turrones La Campana
La Campana suma más de 130 años de tradición, desde aquellos orígenes en 1890 en que la fundaría el alicantino Francisco Mira Miralles. Desde entonces, ya son cuatro las generaciones que han ido haciendo historia en este emblemático establecimiento barcelonés que elabora dulces de forma totalmente artesanal. Turrones, chocolate y dulces de todo tipo son algunos de los imprescindibles de su casa, pero también lo es acercarse hasta el obrador y conocer la historia del negocio y la larga tradición de esta familia.
Dirección: Princesa, 36.