Sant Medir
Los niños y niñas de Barcelona disfrutan cada mes de marzo de una de las fiestas "más dulces" de la ciudad. Las calles y plazas del encantador barrio de Gràcia se convierten en una fiesta de caramelos, bandas de música y carrozas de caballos. Se trata de la Fiesta de Sant Medir y tiene sus orígenes, según la tradición, en la figura del santo que vivió hacia el año 303 en Barcelona bajo el dominio romano de Diocleciano, que mantuvo una intensa persecución de los cristianos.
Según la leyenda, Medir, un humilde labrador que cultivaba habas en la sierra de Collserola, encontró al obispo Sever atravesando sus campos huyendo de la persecución del emperador Diocleciano. Medir hizo el favor al obispo de no delatarlo a los soldados romanos y, milagrosamente, las habas crecieron nada más plantarlas. Finalmente, Medir y el obispo fueron capturados y torturados al no renegar de la fe cristiana y se convertirían en santos.
Allí donde el santo vivió, existe una ermita que marca el punto de inicio de la Romería. En 1830, un panadero del barrio de Gràcia realizó una peregrinación el día de su onomástica a esta ermita para agradecerle al santo una promesa completa. En recuerdo, los romeros y romeras llevan un lacito como símbolo elaborado con una haba, una medallita del santo y violetas, flores resistentes al frío. Una tradición que ha ido a más y en la que participan grupos o colles de los barrios de Gràcia, de Sarrià y de Sants. Cada año, el día 3 de marzo, los peregrinos y peregrinas desfilan durante el día por las calles del barrio de Gràcia y por la tarde protagonizan un espectacular desfile por la calle Gran de Gràcia, repartiendo caramelos entre todos los asistentes.