El Museo Diocesano, que incorpora en su recorrido la torre y la muralla romana del siglo IV, reúne un fondo artístico de más de 3.000 obras entre esculturas, pinturas, orfebrería, cerámica e indumentaria religiosa. Un conjunto de piezas que va de la época romana, el período visigótico y la Edad Media hasta el siglo XXI.

La institución que empezó a mostrar sus tesoros en 1916 en los bajos del Seminario Conciliar, situado en el Eixample, y que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos con la participación de artistas que han embellecido el edificio, como ahora la intervención del escultor Josep Plandiura mediante una gaudiniana puerta en la fachada en 1999.

Sus tres plantas acogen también exposiciones temporales de temática diversa y que giran en torno a la relación entre la fe y la cultura. Sobresale la muestra permanente dedicada a la formación de la ciudad que lleva por título "Barcino, Barchinona, Barcelona. Una ciudad, un obispo, un territorio".