Cielo Caído, Beverly Pepper
Un cielo caído se refleja en las formas ondulantes que nacen en la hierba del Parque de la Estació del Nord de Barcelona, en un juego sutil con la superficie natural. Es el conjunto escultórico con el que Beverly Pepper decoró el nuevo parque nacido en los terrenos de la antigua estación de ferrocarril.
La naturaleza es el lienzo y la tierra el material escultórico. Surgía así en el año 1991 la propuesta decorativa que la artista norteamericana Beverly Pepper llevó a cabo para decorar, con la colaboración de los paisajistas Carme Fiol y Andreu Arriola, el nuevo Parque de la Estació del Nord de Barcelona. De esta manera se iniciaba un nuevo concepto de entender los parques urbanos, en el que la escultura integrada en el espacio natural cobraba especial importancia.
En este caso el diseño del parque, situado en los terrenos de la antigua estación del ferrocarril, brindaba la oportunidad a Pepper de desarrollar un concepto delicioso. Así, el cielo caído se refleja en los mosaicos que cubren la protuberancias nacidas entre tramos de hierba. Pequeñas piedras de cerámicas de colores claros y transparentes, a modo de mosaico, permiten el reflejo azul claro del casi siempre luminoso cielo barcelonés. El azul representa el cielo y el mar, los elementos protagonistas de la ciudad de Barcelona, y el mosaico recuerda a Gaudí y le homenajea, ligándolo con los mosaicos del Park Güell de Barcelona. Pepper hizo nacer una escultura que encaja perfectamente con el entorno recuperado del parque, donde la combinación de las formas ondulantes y azuladas del mar y el cielo contrastan con el verde de la hierba.