Costa Brava
La Costa Brava se extiende, al norte de Barcelona, a lo largo de más de 200 km de Blanes a Portbou. Destaca por la variedad paisajística de sus playas y calas, la calidad de sus aguas, la excelencia culinaria y un amplio legado cultural.
Hasta la aparición del turismo, los pueblos costeros de la Costa Brava vivían de la pesca. Un encanto que todavía puede palparse en las torres de vigilancia que alertaban de los piratas, los pueblos de calles estrechas y casas encaladas, las barcas de pesca y platos tradicionales como el "suquet" de pescado. En verano las poblaciones se llenan de vida y actividades culturales, diferentes festivales amenizan sus noches suaves.
La Costa Brava cuenta con una biodiversidad excelente. Para protegerla se han creado diversas reservas naturales: la del cabo de Creus; la zona pantanosa de los "Aiguamolls de l'Empordà"; las Islas Medes, un paraíso para el submarinismo; Los acantilados y calas de Ses Negres en Begur; y jardines botánicos como el Pinya de Rosa y el Mar i Murtra (Blanes), y el de Cap Roig (Calella de Palafrugell). Pero no fue hasta principios del s.XX que su belleza empezó a cautivar a intelectuales y artistas. Uno de ellos, Salvador Dalí, se instaló en Port Lligat, al lado de Cadaqués, donde se puede visitar su casa museo. También fue cerca de aquí, en el delicado monasterio benedictino de St. Pere de Rodes, donde nació en el s.IX el arte románico catalán.