Barcino, de Joan Brossa
Delante de la muralla romana de Barcelona, allí donde el acueducto llegaba a la ciudad, encontramos este poema visual de Joan Brossa. Leemos la palabra Barcino, el nombre romano de Barcelona a la que rinde homenaje el artista con esta curiosa escultura, perfectamente integrada con las piedras más antiguas de la ciudad.
En la Plaza Nova del Barrio Gótico de Barcelona, casi abrazando la muralla de la que fue ciudad romana, siete grandes letras contrastan con el trasfondo histórico donde se encuentran. Se trata del alfabeto propio que Joan Brossa creó para componer la palabra Barcino, el nombre principal de la Colonia Iulia Augusta Faventia Paterna Barcino, origen de la Barcelona actual. Las letras, seis de bronce y una de aluminio, se encuentran clavadas en el suelo y forman un conjunto divertido y original muy en la línea de las poesías visuales del artista barcelonés. Pese a formar una palabra entera, cada letra constituye una pieza de arte por sí misma, mientras que su conjunto establece todo un juego con la perspectiva y el entorno. Un entorno definido por la presencia de la Catedral, la muralla, y la reproducción de un arco del acueducto romano que nace junto a la estructura.
El ideograma fue creado por Joan Brossa en 1992 y colocado en la calle en 1994, poco años antes de su muerte. El poeta y artista plástico se atrevía a hacer público su arte llevándolo a la calle. De esta manera, Brossa hizo su homenaje particular a los orígenes de la ciudad de Barcelona.