Ciutat Vella
Ciutat Vella es el núcleo histórico de Barcelona y ocupa un pequeño territorio de unas 500 hectáreas. Conocer Ciutat Vella es conocer los orígenes de Barcelona, una capital que hasta mediados del siglo XIX vivió encerrada en sus murallas medievales, que seguían aproximadamente la avenida del Paral·lel, la ronda de Sant Pau, la ronda de Sant Antoni, la calle de Pelai, el paseo de Lluís Companys y el parque de la Ciutadella.
Del conjunto de esas murallas, derribadas en 1854, el único fragmento que queda en pie es el que está asociado a los astilleros medievales (Les Drassanes, actual Museu Marítim), en el llamado Portal de Santa Madrona. Ciutat Vella está formada por cuatro grandes barrios. En el centro, está el Barri Gòtic, el tejido urbano barcelonés más antiguo. Al este, al otro lado de la Via Laietana, Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera —donde se halla el Born— y que son la extensión medieval del Gòtic. Al oeste, al otro lado de La Rambla, El Raval, que nació a partir de los caminos rurales extramuros de la ciudad y que fue la cuna de la Revolución Industrial del siglo XIX. Y al sur, la Barceloneta, el barrio marinero construido en el siglo XVIII para realojar a los desplazados de la Ribera por la construcción de la Ciutadella, una fortaleza militar.
La trama urbana de este distrito, irregular y abigarrada, como si de un palimpsesto se tratara, acumula las huellas de los últimos dos mil años de historia, desde la Barcino romana hasta la Barcelona del siglo XXI multicultural y vanguardista, pasando por la Barchinona de la Edad Media, un conjunto de extraordinarios atractivos monumentales, culturales, gastronómicos, artísticos y callejeros que deben saborearse sin prisa.