La Ribera
Muchos artistas han instalado sus talleres en el Barrio de la Ribera, heredando así la tradición de la zona en la que vivían los artesanos de la ciudad. Muchos de los nombres de las calles nos recuerdan hoy aquellos viejos oficios y gremios: Mirallers (espejeros), Sombrerers (sombrereros), Argenters (plateros)…, calles nacidas en las inmediaciones de la Basílica de Santa Maria del Mar, sin ningún lugar a dudas la obra maestra del gótico catalán.
Desde el siglo XIII, la ciudad necesitaba expandirse fuera de las murallas, y por eso nació el que fue primero un suburbio y con el tiempo un barrio de mercaderes y de las familias más ricas de Barcelona. Y todo ello, con una importante tradición marinera a sus espaldas. La calle Montcada, actual núcleo de las galerías de arte y de importantes museos como el Picasso, constituían el centro de aquella Barcelona rica. Los palacios medievales que hay allí nos recuerdan muy bien ese pasado: un período de esplendor truncado primero en el siglo XVI y, más tarde, con la guerra de Sucesión, cuando Felipe V hizo construir la ciudadela militar al otro lado del barrio de La Ribera.
Ahora, entre las antiguas piedras de la Ribera se exhiben restaurantes, locales nocturnos y tiendas de moda, llenando de color un barrio viejo pero de belleza renovada.