Para compartir buenos momentos en un entorno espléndido, El Tibidabo es la opción perfecta. Es uno de los parques de atracciones con más encanto, y el tercero más antiguo de Europa. Está situado en un punto privilegiado de la ciudad. Disfruta como nunca de una vista de pájaro y vuela directamente entre las nubes de la ciudad. Elige la emoción que más te apetezca: la montaña rusa, la noria panorámica, el Diavolo… Y si te entra hambre, dispones de muchísimas opciones para quedarte a comer. Cuando te apetezca un paseo, puedes ir al Camí del Cel, y después puedes subir a la parte más alta del templo expiatorio del Sagrado Corazón. Tienes muchísimos sitios desde donde disfrutar de unas vistas impresionantes de la ciudad, pero uno de los puntos más especiales es, sin duda, la cúspide de la Torre de Collserola. Una gran obra de Norman Foster con una panorámica verdaderamente única.