El recorrido pone el foco en las visitas de Miró a Estados Unidos y en el impacto que tuvieron en su evolución artística. Desde sus primeras retrospectivas en Nueva York hasta su contacto con artistas como Jackson Pollock, Louise Bourgeois o Mark Rothko, la muestra reconstruye el intercambio que se generó entre su lenguaje pictórico y la escena norteamericana.
Además, se explora el papel de las mujeres artistas en este diálogo, destacando la influencia de Miró en figuras como Helen Frankenthaler o Lee Krasner. Con más de 160 piezas que incluyen pinturas, esculturas, grabados y material de archivo, la exposición ofrece una nueva lectura del legado de Miró, desplazando el foco habitual de Francia a Estados Unidos.