Desconsol, Josep Llimona
Una chica arrodillada, medio caída, con las manos delicadamente cogidas y el rostro cubierto por la cabellera, flota en medio del estanque de la plaza de Armas, en el Parque de la Ciutadella de Barcelona. Parece que nadie ni nada pueda consolarla. El Desconsol (Desconsuelo) toma aquí forma de escultura femenina.
El escultor Josep Llimona recibió el premio en la V Exposición Internacional de Arte de 1903 por su primera versión de la popular escultura El Desconsol. La del Parque de la Ciutadella es una copia de la original, hecha en mármol, ejecutada en 1917, y que puede verse en el Museu Nacional d'Art de Catalunya. Parece ser que la idea inicial era que esta figura formara parte de un panteón funerario. Quizás por eso la pieza concebida por Llimona representa una mujer misteriosa en actitud de dejadez y tristeza. Como las esculturas renacentistas, surge del bloque de piedra, pero la suavidad y redondez de sus formas contrasta vivamente con la rudeza del material. La de esta mujer es una melancolía contenida que podemos percibir sutilmente pero que esconde buena parte del mundo interior del personaje. Su rostro, cubierto por la caballera, nos es desconocido. Sólo el gesto de las manos, ligeramente cogidas, da vida a la escultura.
Efectivamente, El Desconsol es una pieza totalmente modernista, cargada de simbolismo y al mismo tiempo, despojada de dramatismo. La idealización de la figura femenina y de la temática del dolor caracterizan el gusto de la época. Alejada de la vitalidad de las obras de Rodin, la escultura de Llimona marca el período previo al inicio de las vanguardias artísticas.