Barcelona a vista de pájaro
La mejor forma de admirar la belleza integral de una ciudad es desde las alturas. Y es ahí donde Barcelona se muestra en todo su esplendor. Ubicada en una llanura rodeada de sierras y pequeñas cimas, su geografía privilegiada da cobijo a múltiples miradores que la convierten en un regalo para los ojos más curiosos. ¿Echamos un vistazo?
Para gustos, miradores
Barcelona es una ciudad a la que le encanta mirarse a sí misma. Es por esto que vayas de día o de noche, solo o acompañado, en busca de paz o sin renunciar al bullicio urbano, encontrarás siempre cerca un lugar elevado desde el que redescubrir la ciudad.
Si buscas la icónica imagen de Barcelona extendiéndose hacia el mar verás todas tus expectativas cumplidas en el Mirador de Sarrià. Una visión que no se parece en nada a la panorámica de la Barcelona más conocida es la que Torre Baró ofrece a los amantes de la naturaleza. En Barcelona comparten espacio los jardines, estanques y esculturas del espectacular Mirador del Alcalde; con la imponente Torre de Collserola, símbolo del vanguardismo cuyos 560 metros sobre el nivel del mar la convierten en el punto más alto de la ciudad. En la sección Miradores de la web encontrarás toda la información necesaria para conocer la ciudad desde todos sus ángulos y perspectivas.
¡Tierra a la vista!
Uno de los más icónicos, tanto por su simbología como por su inmejorable ubicación, es el famoso mirador de Colom. Coronando el final de la Rambla, a tocar del mar, la figura del descubridor ofrece una impresionante visión 360º de la Barcelona en la que desembarcó tras su viaje a América. A 60 metros de altura la Catedral, Santa María del Mar, el Puerto Olímpico o el castillo de Montjuïc se muestran como si nunca antes los hubieras visto.
Desde los ojos de Gaudí
¿Y puestos a buscar nuevos puntos de vista, qué mejor guía que un visionario? Te invitamos a que nos sigas a través de la ruta de miradores más mágica de la ciudad.
Empieza en un lugar que es mucho más que un mirador, ¿pero puestos a disfrutar por qué no hacerlo también de sus vistas? Y es que el Park Güell ofrece diferentes puntos desde los que admirar la ciudad como el Turó de les Tres Creus, un monumento inspirado en las construcciones prehistóricas que te llevará a 183 metros de altura; o la panorámica de los bancos ondulantes hechos de trencadís, una de las postales más recurrentes de Barcelona que encuadra la ciudad con las torres de la Vila Olímpica y el azul del Mediterráneo.
Ya de bajada es momento de tachar otro must de Barcelona. Y es que ningún visitante que se precie puede pasar por alto la obra maestra de Gaudí. Una vez acabada, la Sagrada Família medirá 170 metros desde su torre principal y será el punto más alto de Barcelona, pero de momento puedes subir en ascensor a alguno de los pináculos existentes para disfrutar de la visión 360º más céntrica y limpia de la ciudad.
Y antes de cerrar los ojos hasta mañana, regálales las fantasiosas vistas desde La Pedrera. En su azotea podrás jugar a descubrir sinuosas formas y figuras fantasmagóricas detrás de sus más de 30 chimeneas. Un verdadero jardín escultórico que, desde sus miradores estratégicamente diseñados, enfocará tus ojos hacia un Passeig de Gràcia completamente nuevo o una Sagrada Familia cincelada por su iluminación nocturna.
Podríamos seguir contándote todo lo que hemos visto con Barcelona a nuestros pies, pero sólo hay una forma de experimentarlo: ven, sube a lo más alto y vive la ciudad con tus propios ojos.