MUHBA - Museu d'Història de Barcelona - Temple d'August
De pronto la visita al Barri Gòtic de Barcelona nos sorprende enseñándonos un secreto escondido en una casa de la calle Paradís. Dentro de un pequeño patio medieval, las cuatro columnas del templo de Augusto respiran tranquilas a pesar del paso de los siglos. Tienen más de dos mil años de historia, como Barcelona misma.
Custodiadas por un edificio medieval, cuatro columnas del templo atestiguan los orígenes gloriosos de la ciudad de Barcelona en pleno Barri Gòtic. Es todo lo que queda del templo de Augusto, además de algunos fragmentos del transepto y del podio encima del cual se levantaba. Lo encontraremos ascendiendo la calle Paradís (Paraíso) del Barri Gòtic, cuyo nombre parece ser que venía de un hermoso jardín situado en la zona de los templos de Barcelona. Delante del número 10 de esta calle, una piedra de molino nos marca el punto más alto de la ciudad romana, el monte Táber, de poco más de 16 metros de altura. Las columnas del templo de Augusto que hay en el interior miden unos 9 metros y son de orden compuesto. Corresponden a uno de los ángulos posteriores del edificio y suponen un vestigio imponente de uno de los templos que se encontraban en el Forum de Barcino. El templo se construyó durante el siglo I a.C, y como su nombre indica estaba destinado al culto del emperador Augusto. Medía 37 metros de largo y 17 de ancho y en el espacio frontal había 6 columnas (templo hexastilo). Las columnas flanqueaban toda la construcción, que contaba con una sola nave interior. La reconstrucción del templo la realizó Puig i Cadafalch a principios del siglo XIX.